Preciosa excursión por las Fajas Racún y Canarellos en Ordesa
El Centro Excursionista Ribagorza realizó este domingo una nueva excursión oficial. En esta ocasión, fue un precioso itinerario por las fajas Racún y Canarellos, en el incomparable Parque Nacional de Ordesa. Participamos 22 miembros de la entidad ribagorzana.
Tras salir de la capital ribagorzana a las 7 horas, llegamos a la Pradera de Ordesa a las 8.30 horas para iniciar nuestro recorrido a pie. El pronóstico del tiempo no era muy seguro y durante el trayecto en coche cayó algún que otro chaparrón. Cuando llegamos a Ordesa, no llovía, pero no mucho antes había descargado una tormenta con granizo que había dejado blanco parte de nuestro camino. Afortunadamente, y aunque estuvo siempre nublado, no llovió durante toda la excursión.
Desde la pradera buscamos el inicio del recorrido tomando un sendero en continuo ascenso hacía la faja Racún, que luego enlazaríamos con la faja Canarellos. Tras una subida por zonas de bosque y pequeños prados ribeteados de grumos blancos del granizo recién caído, llegamos a una primera e impresionante cascada. A partir de aquí, nuestro itinerario iba a discurrir por la parte elevada y solana del valle de Ordesa, por debajo de las impresionantes paredes rocosas de la Fraucata y del Gallinero.
La climatología respetó a los andarines en una caminata de 17 km.
Entre ambas fajas, y conectando una con la otra, pasamos por la impresionante cascada de Cotatuero, que se cruza por un puente metálico, recibiendo al pasar las salpicaduras del abundantísimo caudal. Antes de llegar a este punto, una parte del grupo ascendió hacia las clavijas de Cotatuero, solamente para verlas y contemplar el valle desde arriba. Ya reagrupados, y tras recorrer la faja Canarellos, fuimos descendiendo hacia el camino principal que transita por el centro del valle.
Una vez en el camino, nos apartamos un poco de la senda para ver las impresionantes cascadas del Estrecho y de la Cueva, en las que el río Arazas volcaba un nutrido y estruendoso caudal, como pocas veces habíamos visto en otras visitas. Allí disfrutamos del imponente espectáculo del agua, nos hicimos unas cuantas fotos y fuimos descendiendo hasta la pradera. Por el camino, habíamos visto varios sarrios y, ya cerca del final del recorrido, pudimos contemplar un par de corzos.
Una vez concluida la excursión, repusimos fuerzas con nuestra comida y con algunos refrescos y cafés en el cubierto del bar de la Pradera de Ordesa, protegidos de la lluvia que había comenzado a caer. En los 17 km de caminata, con 850 m. de desnivel acumulado, habíamos invertido seis horas y media. La próxima actividad será un itinerario lineal desde Canfranc Estación hasta el ibón de Iserías.