Un total de 39 integrantes completaron el domingo el duro recorrido.
El Centro Excursionista de Ribagorza (CER) concluyó el pasado fin de semana el recorrido del tramo navarro del GR-11 tras varios años realizando sucesivas etapas. Treinta y nueve integrantes de este activo centro excursionista participaron en las tres últimas, que se desarrollaron entre los días 1 y 3 de este mes de mayo.
La primera de estas jornadas, que se realizó con una intensa lluvia, un viento helador y una persistente niebla, llevó a los excursionistas –que habían hecho noche en el albergue de Espinal- desde Burguete hasta Elizondo, localidad ésta en la que pernoctaron y desde donde partieron los senderistas para concluir la segunda etapa en Vera de Bidasoa. En esta segunda jornada descasaron en el albergue de Lesaka y afrontaron desde allí la postrera etapa del tramo navarro que llevó a los ribagorzanos hasta la localidad guipuzcoana de Hondarribia y el mar Cantábrico.
"Fue una de esas excursiones que conocemos como rompepiernas", recuerda Carlos Bravo, uno de los integrantes de la expedición ribagorzana. "El Pirineo navarro, con sus colinas suaves –comenta- es totalmente diferente del nuestro, pero marca unos caminos con constantes subidas y bajadas que difieren radicalmente de las excursiones que se pueden desarrollar en el Pirineo aragonés donde la marcha suele estar compuesta por una fuerte subida y una bajada posterior pronunciada, que conlleva el lógico desgaste físico pero que es asumible con una base previa, pero el subir y bajar permanentemente sin tiempo para la recuperación acaba pasando factura". Algo que comprobaron varios de los miembros de la expedición del CER con la aparición de dolorosas ampollas en los pies que, en algún caso, les privó de poder culminar la ruta. Las cambiantes condiciones climáticas vividas en el puente del primero de mayo, con las lluvias y los fríos del primer día sustituidos por temperaturas mucho más cálidas en las dos jornadas siguientes, contribuyeron también a dificultar la marcha de unos senderistas que vivieron su llegada al Cantábrico como una gran fiesta y como la culminación de un proyecto con el que han disfrutado desde una larga temporada.
El CER ha completado en los últimos años los tramos aragonés y navarro del GR-11 o senda transpirenaica y está realizando en la actualidad el tramo catalán en dirección al Mediterráneo –siempre en función de las fechas libres de los refugios del recorrido- con un gran éxito participativo de los asociados y simpatizantes de este grupo excursionista que organiza numerosas actividades de senderismo, media y alta montaña a lo largo del año.
Ángel Gayúbar
Heraldo de Aragón
8 de Mayo 2009